En el Podcast de hoy voy a tratar un tema que me habéis solicitado incansablemente y que comparto con vosotros en que es de especial relevancia en la sociedad actual. Se trata de la nomofobia o adicción al móvil.
El nombre procede de la abreviatura de la expresión en inglés “no mobile-phone phobia”: nomofobia. Y hace referencia al miedo irracional e incontrolable a estar sin móvil, a olvidárselo en casa o a quedarse sin batería… De manera que si suceden alguna estas situaciones, se siente un auténtico síndrome de abstinencia como el que provocan otras sustancias que crean adicción.
No pienses que este tema no va contigo, que tú controlas el uso de tu móvil y el tiempo que dedicas a las redes sociales…, porque la investigación demuestra que no es cierto…
Según un estudio realizado en Reino Unido, el 53% de las personas sufren ansiedad, mal humor e irritabilidad, entre otros síntomas, si no tienen el móvil. Es decir, más de la mitad de la población!!
Tremendo, ¿verdad? La PUBLICIDAD que se les da, es uno de los FACTORES por los que la mayoría de la gente no puede vivir sin ellos. Las campañas de publicidad prometen que los móviles ofrecen LIBERTAD a sus usuarios, independencia, facilidad de comunicación y estatus. Tener el último modelo aunque no se tenga ni para comer parece ser que es lo más…
No creo que nadie discuta sus ventajas: nos permite comunicarnos o localizar a alguien en cualquier momento, pedir ayuda en caso de una emergencia, consultar cualquier duda en internet, compartir fotos y risas en las redes sociales, promocionar nuestro trabajo o negocio, darnos a conocer…
Pero ya hace tiempo que los médicos y los psicólogos estamos alertando de la necesidad de ponernos unos límites y a hacer un uso responsable del móvil, ya que estar siempre “enganchados” a él puede crear dependencia y perjudicar seriamente nuestra salud.
De hecho como te he comentado hace un momento, más de la mitad de la población ya está enganchada al móvil y a las redes sociales.
En mi consulta recibo a diario a personas con esta dependencia, que se sienten avergonzadas por haber caído en algo que ellos consideraban que estaba bajo su control desde el principio.
Si aún con los datos que te doy eres reacio a creer que quizá eres más dependiente de lo que te reconoces, contéstate a esta pregunta: ¿Qué harías si un día tras salir de casa para ir al trabajo te das cuenta de que te has olvidado el móvil?
8 de cada 10 personas confiesan haber vuelto a por el dichoso aparato aunque ya estuviesen muy lejos de casa. Esas mismas personas refieren sentir una intensa ansiedad, miedo y desasosiego si no tienen su móvil consigo y si no revisan cada cierto tiempo sus redes sociales.
De hecho, la Universidad de Corea del Sur en Seúl ha realizado un estudio donde se pone de manifiesto que estar siempre pendiente del smartphone produce cambios químicos en el cerebro similares a los que provocan otras adicciones, especialmente en los cerebros de jóvenes y adolescentes, pero también en los de los adultos.
En este estudio participaron sujetos, algunos de ellos diagnosticados de adicción a los móviles e internet. Los científicos habían evaluado previamente su nivel de dependencia mediante preguntas sobre cuánto tiempo usaban el móvil, y cómo afectaba a su vida cotidiana, su productividad, sus relaciones sociales, sus emociones y sus patrones de sueño.
Después estudiaron imágenes de sus cerebros obtenidas mediante resonancia magnética, para comprobar las concentraciones de sustancias bioquímicas presentes en el cerebro y otros tejidos.
Y lo que observaron fue que los sujetos más “enganchados” a sus smartphones mostraban mayores niveles de GABA, un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico, en la corteza cingulada anterior, comparado con aquellos sujetos que hacían un uso más moderado de su teléfono. Es decir, el uso del móvil estimulaba los centros de recompensa del cerebro haciendo que su uso quedase consolidado, ya que el neurotransmisor GABA actúa en las mismas áreas del cerebro que la dopamina, otra sustancia cerebral también vinculada a la adicción.
Además de participar en funciones básicas del organismo, la corteza cingulada anterior, está relacionada con los sistemas de recompensa, el control de la inhibición y los estados del ánimo, por lo que los expertos concluyen que el uso excesivo del móvil altera la función de este área cerebral.
También observaron que los sujetos del estudio que tenían mayor adicción al móvil también tuvieron puntuaciones más altas en las escalas de evaluación de la depresión, la ansiedad, la impulsividad y las alteraciones del sueño.
Así que, si te sientes identificado con algunos de los siguientes síntomas cuando estás sin el móvil, probablemente tengas nomofobia y sería conveniente que empezases a poner límites a su uso para acabar con esa dependencia:
- ¿Compruebas varias veces, antes de salir de casa, que has cogido el móvil?.
- ¿Si te das cuenta después de que no lo tienes, haces todo lo posible por volver para cogerlo?
- ¿Si te lo has olvidado, se te ha acabado la batería o estás fuera de cobertura, sientes ansiedad, irritabilidad, sensación de inseguridad, nerviosismo, taquicardia, dolor de estómago… y no te lo puedes quitar de la cabeza?
- Y, ¿cuando tienes el móvil cerca, consultas cada pocos minutos el teléfono o las redes sociales o por si te ha entrado algún mensaje?
Las investigaciones demuestran que de media, consultamos el movil 150 veces a lo largo del día. No te parece una auténtica barbaridad!! Habida cuenta de que cada vez que miramos una pantalla dejamos de admirar lo que pasa en el mundo real!!
Paradójicamente el dispositivo que más facilita las comunicaciones también puede conducir al aislamiento de la persona. Según un reciente estudio “Cigna 360 Wellbeing Survey”, el 34% de los españoles confiesa que el excesivo uso de smartphones y tablets repercute negativamente en su vida social. Y uno de cada tres asegura que le sería imposible vivir sin su móvil.
Y es que estos dispositivos dificultan la socialización en persona y cara a cara, es decir, fuera de las redes sociales y del mundo online, por lo que abusar de ellos reduce la interacción personal y puede llevar al aislamiento.
La buena noticia es que gracias a los hallazgos realizados en la investigación de la Universidad de Corea de Sur que comentaba antes, se puede ayudar a prevenir y tratar este tipo de patologías, si se está dispuesto a seguir una terapia cognitivo-conductual para tratar esta dependencia, ya que esta terapia ha demostrado ser eficaz para devolver a la normalidad los niveles del neurotransmisor GABA al cabo de 9 semanas.
En resumen, cada vez son más las personas, sobre todo los jóvenes, que presentan DEPENDENCIA O ADICCIÓN AL MÓVIL.
Como sabes, una adicción se caracteriza por la existencia de CONDUCTAS PERSISTENTES y REITERADAS que alejan a la persona de sus comportamientos habituales.
Estas personas, se sienten IRRITADAS e IRASCIBLES si no pueden tener cerca su aparato o si por un espacio limitado de tiempo no pueden usarlo, por ejemplo en el cine. También sienten una enorme necesidad de poseer el último modelo, de consultar constantemente sus llamadas o de estar todo el tiempo conectado con otros.
Pero no sólo los jóvenes abusan del teléfono móvil. Muchísimos adultos tienen una dependencia extrema, hasta tal punto de arriesgar sus vidas hablando mientras conducen.
Por eso en el capítulo de hoy, quiero enseñarte cómo INDEPENDIZARTE del MOVIL, de hacer uso productivo de él, en definitiva, voy a enseñarte a usarlo con cabeza.
Así que coge papel y boli y toma buena nota de las recomendaciones de hoy, porque voy a darte instrucciones para que enseñes a tus hijos a hacer un uso competente e inteligente del móvil y a tí como adulto para que no caigas o te liberes de esta adicción del siglo XXI!!
Para los padres:
- No proporciones un smartphone a tu hijo antes de los 16 años, ni le permitan que tenga redes sociales. Esta es la edad recomendada y no antes. Los padres les regalan a los hijos smartphones siendo muy pequeños, para sentirse más seguros, al poder mantener COMUNICACIÓN directa estén donde estén; Les proporciona seguridad. Pero es un ERROR. Es cómo regalarle a tu hijo de 19 años un Ferrari después de sacarse el carnet de conducir, lo más probable es que tenga un serio accidente porque no sabe manejarlo. Si quieres mantener una comunicación fluida con tu hijo, dale un móvil, sin la posibilidad de conectarse a internet, solo para llamarle. Además, tanta necesidad de control fomenta una falsa sensación de seguridad porque lo que provoca es que los jóvenes sientan cada vez más la necesidad de llevar un móvil consigo a todas horas y se sienten desprotegidos sin él.
- Si lo haces, LIMITA EL TIEMPO QUE DEDICA A USARLO y ponle restricciones de uso. Por ejemplo, sólo a ciertas horas, con prepago, sólo recibir llamadas, nada de juegos, nada de redes sociales, etc.
- Mantén el CONTROL de las CONVERSACIONES, es importante que sepas con quién habla tu hijo. Así que PREGúNTALE y si es necesario, pídele que te muestre sus conversaciones de whatsaap.
- Usa aplicaciones de control parental para asegurarte de que no entran en sitios de internet que puedan dañarles.
Para ti como adulto:
- LIMITA EL USO DEL MOVIL, sólo a ciertas horas. Y cumple con lo que te has marcado.
- APÁGALO DE VEZ EN CUANDO. Así te acostumbrarás a tolerar la ansiedad de comprobar si te han llamado o no.
- NUNCA HABLES MIENTRAS CONDUCES NI MIENTRAS REALIZAS OTRA ACTIVIDAD. Si vas a hablar por el móvil, sé consciente de ello y disfrútalo.
- DEJA DE CONSULTAR EL MOVIL CONSTANTEMENTE, COLOCALO EN UN SITIO QUE TE DIFICULTE MIRARLO CON ASIDUIDAD. Por ejemplo, no lo lleves en la mano.
- FOMENTA LA COMUNICACIÓN CARA A CARA, no sólo es más gratificante sino mucho más barato. Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), las personas que disfrutan de un amplio círculo de amistades tienen la presión arterial más baja y, por lo tanto, menos probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. Por el contrario, los investigadores afirman que el aislamiento y la falta de amigos pueden afectar al sistema inmunológico y tener el mismo impacto negativo para la salud que fumar o ser sedentario. ¿No te parecen razones suficientes para limitar o incluso desterrar el uso del movil?
Y ahora sólo te queda practicar. Ya sabes que con constancia todo se consigue. Entrenarse un poco cada día es la mejor garantía de éxito. La idea es que poco a poco vayan consolidándose estos nuevos hábitos y pasen a formar parte de tu nuevo repertorio de comportamiento, de tu “disco duro”.
Pero si no lo consigues, o no puedes hacerlo tú solo pide ayuda para ayudarte a conseguirlo. Dejarte ayudar es mucho más fácil de lo que crees. Y si es por un profesional que te guíe y te oriente, mucho mejor. Muchas personas recurren a ayuda profesional y no pasa nada. A veces sucede que solos no podemos, pero con ayuda sí. Sea cual sea tu caso, lo importante es que tengas claro que puedes instaurar nuevos hábitos y rutinas que mejoren tu día a día. Además, ya sabes que cuando conoces lo que tienes que hacer, es mucho más fácil obtener los resultados.
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Hasta la próxima!! Saludos y sonrisas!!